El sábado 8 de diciembre salí tempranito tipo 5 AM para aproverchar la fresca y la ruta libre de enlatados.
Hacía rato que necesitaba una ducha de viento.
Por el camino conocí dos motociclistas macanudos de San Miguel del Monte con los que charlé bastante en una estación de servicio y luego en el encuentro.
Nomás llegar, armé la carpa en un lugar tranquilo y con sombra y me deshice de la campera y las chaparreras de cuero para quedarme mas fresco y cómodo. No me quedé ni un instante quieto. Salí a vagabundear y meterme por cuantocaminito terroso se ponía delante de mi rueda. Recién había llegado, pero ya estaba en mi moto paseando por todos lados.
Por la tarde volví alencuentro a tomar unos mates y la sorpresa fue cuando Rober El Bahiano (Bahía Blanca) que venía acompañado de su hijo de 16 años (un fenómeno) y Daniel Lobo (Mar del Plata)con unos amigos se hacen presentes e inmediatamente luego de los abrazos sinceros y los saludos de rigor fuimos en busca de una modificación de mi saludable dieta que derivó de mis sanos mates a cerveza, cerveza, cerveza y mas cerveza.
Llegó luego Oscar Metol muy bien acompañado ÍDOLO Oscar!!!! y un saludo para ella!!!
Como ya me picaba el culo por salir a dar una vuelta en moto con ellos los invité a perdernos por ahí. y la salida en moto terminó en una caminata por entre las sierras y esta vez si unos mates bajo unos pinos.
Luego nos sentamos a comer una picada en un boliche regando todo con cerveza tirada.
Bien hidratados ya, cada cual se fue a preparar para reunirnos durante la noche para la cena.
Fue en ese momento que al regresar al campamento me encuentro con WillyStar de San Miguel del Monte quien lucía esa sonrisa de oreja a oreja como todo aquel que estrena por primera vez una 0 KM. Una bella MidnihtStar 950.
Me siento en deuda con ese gaucho porque en verdad fué muy poco lo que pudimos compartir, pero quedó la promesa de una reunión en sus pagos con por lo menos un cadaver vacuno en la parrilla de por medio.
Por la noche fundimos un Tenedor Libre y luego del vinito y los postrés me costaba volear la pata para montar mi Chancha. Es que mi cinturón ya había cedido su último agujero.
Nos encaminamos al encuentro a escuchar unas muy buenas bandas de Rock and roll, ver unas lindas chicas sobre el escenario y depositar nuestras esperanzas en nuestro numero de entrada para ver si nos ganábamos alguna de las dos motos que sorteaban y bajar la comilona con Fernet con Coca.
Finalizado el mismo cada cual se fué a su cucha (La mía con techoo de lona)
Luego de dormir como un bebé en uno de los pocos motoencuentros donde por la noche repetan el sueño ajeno (Aunque metan el escape de sus motos en mi carpa no me enteraría) empesé a extrañar mi querencia y como soy mal educado o mal aprendido, no me despedí de mis amigos físicamente y puse mi rueda delantera rumbo al viento para emprender mi regreso.
Mis amigos me entienden y jamás me reprochan...por eso y mucho mas es que los quiero.
VIKINGO
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